~~~

domingo, 13 de enero de 2013

Si te llegas a encontrar con una chica que lee, mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la encuentres llorando y abrazando el libro contra su pecho, preparale una taza de té y consientela. Es probable que la pierdas durante un par de horas, pero siempre va a regresar a vos. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.. Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierte de rock, o quizás, formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme, puede que hasta sea por skype. Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás, por qué tu corazón no ha estallado, todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho.. Escribirá nuestra historia, tendrá hijos con nombres extraños y gustos aun más raros.. Ella les leerá a tus hijos the cat in the Hat y Aslan, e incluso, puede que lo haga el mismo día. Caminaran juntos los inviernos de la vejez y ella recitara los poemas de Keats en un susurro mientras vos sacudís la nieve de tus botas. Sal con una chica que lee, porque te lo mereces, te mereces a una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay mas allá, invita a salir a una chica que lee. O mejor aun, a una que escriba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario